¿Puede mi perro tener celos? Señales y qué hacer

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Contenido del artículo

Los perros son animales sociales que crean vínculos afectivos con sus humanos. Por eso, no es raro que puedan tener celos en ciertos contextos. Estos sentimientos surgen cuando perciben que algo o alguien amenaza su lugar en la familia.

Entender cómo actúan los perros en estas situaciones ayuda a prevenir problemas. También permite mantener un ambiente armonioso, especialmente si hay rivalidad entre mascotas o llega un nuevo bebé al hogar.

tener celos


¿Pueden los perros realmente tener celos?

Aunque no experimentan los celos como los humanos, los perros sí pueden mostrar conducta posesiva. Esta surge cuando se sienten desplazados o ignoran sus necesidades emocionales.

En esos casos, pueden reaccionar con ansiedad, ladridos o buscando atención de forma insistente.

¿Es algo natural?

Sí, es parte de su comportamiento instintivo. Los perros son animales jerárquicos. Cuando su posición parece amenazada, reaccionan para recuperar atención y afecto. Por eso, pueden tener celos de otros animales o personas.

Señales de que tu perro puede tener celos

Cambios de comportamiento súbitos

Uno de los signos más claros de que tu perro puede tener celos es un cambio repentino en su conducta. Esto incluye:

  • Ladridos excesivos cuando interactúas con otro ser.
  • Intentos de interrumpir tu atención.
  • Comportamiento destructivo sin causa aparente.

Estos actos buscan recuperar tu atención. No son actos de venganza, sino reacciones emocionales.

Aumento en la conducta posesiva

Un perro con celos puede volverse más protector contigo. Se sentará sobre ti, te seguirá constantemente o bloqueará el paso a otros.

Este tipo de conducta posesiva suele intensificarse en presencia de otro animal o persona nueva en casa.

Cambios en su relación con otros

Si hay más de una mascota, puedes notar rivalidad entre mascotas. El perro celoso puede gruñir, empujar o ignorar al otro animal. Incluso puede esconder comida o juguetes.

Esto puede generar tensiones si no se maneja correctamente desde el inicio.

Perro y nuevo bebé: una situación común

La llegada de un nuevo bebé cambia rutinas, espacios y atención. El perro nota la diferencia y puede tener celos si no se adapta adecuadamente.

Dejar de pasearlo a la misma hora, recibir menos caricias o ignorarlo durante el día lo afecta emocionalmente.

Cómo prevenir los celos

  • Mantén horarios similares para paseos y juegos.
  • Permite que huela la ropa del bebé antes del primer encuentro.
  • Dale atención individual diaria, aunque sea por poco tiempo.

Estas acciones simples reducen la posibilidad de conducta posesiva y generan un ambiente de aceptación.


Cómo manejar la rivalidad entre mascotas

Presentaciones cuidadosas

Si introduces una nueva mascota, hazlo de forma gradual. Deja que se conozcan en un espacio neutro. Supervisa sus encuentros los primeros días.

Nunca compares a tus mascotas ni muestres favoritismo. Esto puede aumentar la rivalidad entre mascotas.

Reforzar el buen comportamiento

Refuerza con caricias y premios las actitudes positivas cuando tu perro se comporta bien con la nueva mascota. Así, asociará la convivencia con momentos agradables.

Evita regañar durante interacciones negativas, ya que puede generar más tensión.

Qué hacer si tu perro empieza a tener celos

1. Identifica el desencadenante

Observa cuándo y con quién aparece la reacción. Puede ser frente a otro animal, un familiar o el nuevo bebé. Esto te dará pistas para actuar correctamente.

2. Establece rutinas equilibradas

Los perros se sienten seguros con rutinas claras. Asegúrate de incluir momentos de atención exclusiva para él cada día.

No importa si es breve. Lo esencial es que sea constante.

3. Refuerza el vínculo con ejercicios

El juego, el paseo y la obediencia básica ayudan a fortalecer el vínculo. Además, canalizan su energía de forma positiva.

Esto reduce el deseo de conducta posesiva y mejora su autoestima.

4. Consulta con un profesional si es necesario

Si la situación se intensifica o el comportamiento afecta la convivencia, consulta con un etólogo o educador canino. Un enfoque profesional puede evitar conflictos mayores.


Sí, tu perro puede tener celos, aunque de una forma diferente a la humana. Lo importante es saber identificar las señales y actuar con empatía y paciencia.

Frente a cambios como la llegada de un nuevo bebé o una rivalidad entre mascotas, mantener rutinas, atención y límites claros ayuda a prevenir problemas. Evitar o corregir la conducta posesiva es clave para una convivencia armoniosa.

Con atención, respeto y cariño, es posible lograr un equilibrio donde todos se sientan valorados y seguros.

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