Compartir tu hogar con un gato puede ser una experiencia maravillosa, pero también un desafío. Uno de los problemas más comunes entre muebles y gatos es el hábito de arañar sofás, sillas o cortinas. Aunque este comportamiento puede parecer destructivo, es completamente natural.
Los gatos arañan para marcar territorio, afilar sus uñas y liberar energía acumulada. Sin embargo, puedes enseñarles a hacerlo en los lugares adecuados, protegiendo tus objetos sin afectar su bienestar. En esta guía, aprenderás cómo prevenir daños con rascadores, técnicas de educación y el uso de feromonas.

Por qué los muebles y gatos no siempre se llevan bien
Antes de corregir el comportamiento, necesitas entender por qué ocurre. Los gatos no arañan los muebles por mal comportamiento, sino por instinto.
Comportamiento natural felino
Arañar es parte del lenguaje corporal de los gatos. Lo hacen para estirarse, mantener sus garras saludables y marcar territorio. Suelen elegir superficies visibles, como los brazos del sofá o las patas de una mesa.
Este comportamiento puede intensificarse si tu gato está aburrido, estresado o no tiene rascadores adecuados.
Instala rascadores para redirigir su comportamiento
Los rascadores son una herramienta esencial para mantener la armonía entre muebles y gatos. Les permiten satisfacer su necesidad de arañar sin causar daños.
Elige el tipo de rascador adecuado
Existen varios tipos: verticales, horizontales, inclinados o con plataformas. Elige uno según la preferencia de tu gato. Algunos prefieren superficies planas, mientras otros buscan postes altos.
El material también importa. Los más populares son los de sisal, cartón o alfombra. Observa cuál prefiere tu mascota y colócalo en los lugares donde suele arañar.
Ubicación estratégica
Coloca los rascadores cerca de los muebles que suela dañar. Así le ofreces una alternativa inmediata. Si le gusta rascar el sofá, ubica uno justo al lado.
Aplaude o distráelo cuando intente arañar tus muebles y guíalo hacia su rascador. Refuerza su conducta con caricias o premios cuando lo use.
Refuerza la educación con paciencia y constancia
Educar a un gato requiere tiempo y coherencia. Los castigos o gritos no funcionan; solo generan miedo o rechazo.
Enseña límites con técnicas positivas
Cuando tu gato rasque los muebles, no lo regañes. En cambio, usa estímulos que redirijan su atención. Puedes hacer un sonido suave o llamarlo por su nombre para distraerlo.
Luego, llévalo al rascador y anímalo a usarlo. Coloca sus patas delanteras sobre él de forma suave para que relacione la acción con el objeto correcto.
Repite el proceso varias veces al día. Con el tiempo, asociará el rascador con el lugar adecuado para arañar.
Aplica feromonas para calmar y guiar su comportamiento
Las feromonas sintéticas son una excelente herramienta para mantener el equilibrio entre muebles y gatos. Estas sustancias imitan las señales naturales que los gatos usan para sentirse seguros.
Cómo usar feromonas de forma correcta
Rocía feromonas en los lugares donde tu gato suele rascar o pasar tiempo. Esto reduce la necesidad de marcar con sus uñas. También puedes aplicarlas en los rascadores para fomentar su uso.
Existen difusores eléctricos y sprays. Ambos ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y el comportamiento destructivo. Son especialmente útiles durante mudanzas o cambios en el hogar.

Protege tus muebles de forma temporal
Mientras tu gato aprende, puedes aplicar medidas temporales para evitar daños.
Usa fundas o materiales protectores
Cubre las zonas más afectadas con fundas lavables o protectores de tela gruesa. También puedes colocar láminas transparentes o vinilos autoadhesivos, que resultan incómodos para arañar.
Evita el plástico con olores fuertes, ya que podría alterar a tu mascota. Mantén un equilibrio entre protección y comodidad.
Aplica repelentes seguros
Existen sprays naturales que actúan como repelentes. Algunos contienen cítricos o aceites esenciales suaves, que los gatos suelen evitar. Asegúrate de que sean seguros para animales y no irriten su piel.
Crea un ambiente enriquecido
El comportamiento destructivo a menudo se relaciona con el aburrimiento. Un gato estimulado es menos propenso a dañar los muebles.
Juega y ofrece variedad
Dedica tiempo diario para jugar con tu gato. Usa varitas, pelotas o juguetes con movimiento. Estos momentos fortalecen el vínculo y reducen la tensión.
Instala estantes, túneles o zonas elevadas. Los gatos disfrutan explorar y observar su entorno desde distintos niveles.
Cuida sus uñas regularmente
Mantener las uñas cortas ayuda a reducir los daños sobre los muebles y gatos.
Corta sus uñas con cuidado
Usa cortaúñas especiales para gatos y hazlo con paciencia. Si no sabes cómo hacerlo, consulta al veterinario o a un peluquero felino. Cortar demasiado puede causar dolor o sangrado.
Realiza el corte cada dos o tres semanas, según el ritmo de crecimiento. También puedes usar limas suaves para mantener las puntas redondeadas.
Combina estrategias para lograr resultados
Ninguna solución funciona por sí sola. Lo mejor es aplicar un conjunto de medidas que complementen entre sí.
Implementa un plan completo
- Ofrece rascadores de diferentes tamaños.
- Refuerza la educación con recompensas.
- Usa feromonas para reducir el estrés.
- Protege temporalmente los muebles.
- Juega con frecuencia para evitar el aburrimiento.
Con constancia, tu gato entenderá los límites y dejará de dañar tus pertenencias.
Conseguir equilibrio entre muebles y gatos es posible si aplicas paciencia y constancia. Los rascadores, la educación positiva y las feromonas son aliados efectivos para guiar su conducta.
Recuerda que tu gato no actúa por malicia, sino por instinto. Enséñale con respeto y ofrécele alternativas adecuadas. Con el tiempo, disfrutarás de un hogar ordenado y de una mascota feliz y tranquila.







