Seguro que has visto numerosos documentales y vídeos de un fenómeno muy vistoso en algunas especies de animales, que parecen encenderse creando sensaciones y ambientes mágicos. Pero no tiene nada de magia, aunque sí de química. Se trata del fenómeno de la bioluminiscencia. Os explicamos en qué consiste y para qué lo utilizan algunos animales.
Que es la bioluminiscencia
Este atractivo fenómeno consiste en una fuente de luz emitida por algunos seres vivos, sobre todo insectos y bastantes animales marinos, ante determinadas situaciones y como método de supervivencia. Esta conversión de energía química en lumínica carece de calor, es decir, es una luz fría.

La bioluminiscencia se extiende sobre un gran grupo de animales terrestres, desde insectos como la luciérnaga, hongos o gusanos, y en la mayoría de los marinos, sobre todo en animales que se mueven a grandes profundidades.
¿Cómo funciona la bioluminiscencia en los animales?
La luz emitida depende mucho de la especie en la que se produce. En unas especies es el resultado de una reacción bioquímica en la que intervienen una enzima catalizadora, denominada luciferasa, que acelera la oxidación de una proteína, la luciferina, que emite luz cuando entra en contacto con el agua. En otras especies la emisión lumínica se genera mediante iones del sistema nervioso, que controlan el brillo e intensidad de la luz y dan respuesta a los factores externos.
La luz producida mediante reacción química se puede generar en células internas como en los crustáceos y, también estas bioluminiscencias se albergan justo debajo de la piel y en las aletas como el grupo de los Anamalopidas al que pertenecen los peces linterna. Por último, la luminiscencia producida en el interior del cuerpo pero por células especializadas para ello y que sueltan como instrumento de defensa frente a sus depredadores.

Este fenómeno lumínico presenta variadas funciones dentro del mundo animal que la posee. En todas ellas es común la ayuda que les proporciona para sobrevivir, aunque también es utilizada como sistema para alimentarse, como cebo o señuelo atrayendo a los pequeños animales (el rape); para reproducirse emitiendo destellos luminosos del macho a la hembra y viceversa (las luciérnagas) o como defensa mediante la distracción con la expulsión de material luminiscente (calamares). También para camuflar ciertas partes (tiburones) y atrapar a sus presas.
Diferencias entre especies bioluminiscentes, fluorescentes y fosforescentes
Como hemos apuntado anteriormente, no todos los animales producen el mismo tipo de luz. Esto se debe a la diferencia entre la luciferina y la luciferasa de los distintos órganos que la producen. Por otra parte, dependiendo de esta diferencia, la luz emitida adquiere diferentes tonalidades: azules, verdosas o rojas, como se han observado en las medusas que habitan en los fondos marinos.
Existen más animales que emiten luz de los que hasta ahora se pensaba. Pero no todas emisiones se efectúan por el diferencial entre las sustancias de sus componentes, sino que puede ser producida mediante absorción de energía y posterior irradiación de la misma en forma de luz. Estos fenómenos son la fluorescencia y la fosforescencia.
La primera se caracteriza por la absorción energética de radiaciones ultravioletas magnéticas y la posterior emisión de esa energía en forma de luz. La energía emitida es menor que la acumulada, y la diferencia se disipa en forma de calor. El ciclo completo de fluorescencia (absorción, disipación y emisión) es muy breve, casi instantáneo.
La fosforescencia, por su parte, sigue el mismo mecanismo físico que rige el comportamiento de absorción y almacenaje que la fluorescencia. Pero la diferencia radica en la emisión de la luz: el encendido es más lento en el tiempo, llegando incluso a ocurrir después de horas.

Animales que utilizan la bioluminiscencia
Muchos de los animales que conocemos nos sorprenden con este complejo proceso de bioluminiscencia, y se convierte en un espectáculo maravilloso cuando es observado. Entre los más conocidos se encuentran las luciérnagas que, en sus más de 2000 especies, brillan con luz parpadeante de forma diferente cada grupo de ellas. Lo realizan a través de un órgano especial y mediante reacciones químicas y cuya misión es de atracción sexual.
El pez linterna vive en las grandes profundidades marinas. Su luz es generada en un órgano que tiene sobre la cabeza, llamado vela, y la utiliza como reclamo para atraer a sus presas.
Las medusas son los clásicos animales marinos bioluminiscentes, y alguna de sus variedades desprenden luces verdes y azules, que con el movimiento de sus tentáculos se percibe un precioso arcoiris.
El calamar luciérnaga es una variedad de calamar de muy escasas dimensiones, emite una luz azulada para desovar una vez al año.
El plancton es el alimento de una amplia mayoría de animales marinos, y una variedad del mismo, produce su poder luminoso como sistema de defensa, para ahuyentar a sus depredadores.
Los escorpiones tienen muy débil e incluso apenas inexistente efectos lumínicos antes del cambio de piel; la luz aumenta con la edad: a más edad más mudan y más potente es la iluminación emitida.