Cuántos estómagos tiene la vaca y otras curiosidades

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¿Alguna vez te has preguntado cuántos estómagos tiene la vaca? ¿Tiene más de uno? La vaca, como todas las especies del reino animal, tiene un único estómago. La diferencia es que el estómago de las vacas se divide en cuatro compartimentos de gran tamaño; de ahí que se crea, erróneamente, que este animal tiene más de un estómago. Esto se debe a su condición de rumiante y a su complejo sistema digestivo.

Descubre cuántos estómagos tiene la vaca

El reino animal nunca deja de sorprendernos. No solo por la gran diversidad de especies que habitan nuestro planeta, sino también porque cada especie es única y muy compleja. En cuestiones alimenticias, muchas especies animales tienen que aprovechar al máximo los recursos de los que dispone para alimentarse. Y es precisamente aquí donde entran las vacas.

Las vacas son mamíferos, pero también son vertebrados que pertenecen a la familia bovidae. A su vez, las vacas pertenecen al suborden de los ruminantia o rumiantes.

Se llaman rumiantes porque su sistema para procesar los alimentos es increíblemente complejo; esto ha ocasionado que, a lo largo de la historia, los expertos y los curiosos se pregunten cuántos estómagos tiene la vaca. ¿Tiene más de uno? Vayamos por partes.

¿Te has preguntado cuántos estómagos tiene la vaca?

¿Qué es rumiar?

Rumiar significa volver a masticar los alimentos. Algo que hacen las vacas y, de hecho, se dice que nosotros los humanos lo hacemos cuando masticamos chicles (o simplemente le damos vueltas en la cabeza a una misma idea); estamos masticando una y otra vez sin comer nada nuevo.

Los rumiantes son animales herbívoros que se alimentan principalmente de tallos, pastos y hierbas; y que tienen un sistema digestivo muy complejo para transformar los alimentos en compuestos simples y poder aprovechar los químicos de estos. Un proceso que seguimos todos los seres vivos: la descomposición de los alimentos en moléculas simples para el aprovechamiento de los nutrientes.

Pero lo que comen los rumiantes es, en gran medida, responsable de que estos animales tengan un sistema digestivo bastante complejo. Las plantas y hierbas de las que se alimentan los rumiantes tienen grandes cantidades de celulosa (glucosa) y, para que estas moléculas de glucosa puedan descomponerse y ser aprovechadas, necesitan pasar por un proceso específico.

Este proceso, al menos en cuestiones de nutrición, solo puede realizarse gracias al aparato digestivo de los rumiantes. Porque, además, la anatomía de estos animales presenta una serie de microorganismos especializados y que permiten que se lleve a cabo el proceso de descomposición de glucosa de forma más rápida y eficaz.

Los rumiantes no mastican una y otra vez sus alimentos porque sea un defecto o voluntad de ellos. Esto ocurre porque los animales mezclan la comida con saliva, la mastican y la tragan (al igual que hacemos los humanos); lo curioso es que las partículas más grandes regurgitan de vuelta hacia la boca para que se mastiquen y sean ingeridas de nuevo.

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Las vacas, animales poligástricos

Además de ser rumiantes, las vacas también son animales poligástricos. Etimológicamente, poligástrico significa muchos estómagos. Pero, ¿hay animales con más de un estómago?, ¿cuántos estómagos tiene la vaca?

Un animal poligástrico es aquel que tiene tres o cuatro estómagos. Pero no es que una vaca cargue cuatro estómagos diferentes en su interior; básicamente la vaca, como el resto de animales poligástricos, tiene un único estómago que se divide en varios compartimentos.

Te contamos que existen cuatro tipos de sistemas digestivos: el monogástrico (es el sistema de los humanos), el poligástrico, el pseudo rumiante y el sistema digestivo aviar. La diferencia entre el sistema digestivo pseudorumiante y poligástrico es que los primeros tienen tres compartimentos en el estómago y carecen de rumen.

El estómago de estas especies tiene tres cámaras que se dividen en: omaso, abomaso y retículo. ¿Animales con tres estómagos? Los caballos, camellos, alpacas, hipopótamos, conejos y hámsters.

Por otra parte, los poligástricos tienen cuatro compartimentos: rumen, retículo, omaso y abomaso. En esta clasificación se encuentran las vacas, ovejas, antílopes y búfalos.

Así obtuvo la vaca sus estómagos

Los animales poligástricos no nacieron con cuatro estómagos, sino que, como todos los seres vivos, evolucionaron y aprendieron a adaptarse a su entorno.

Antiguamente estos animales pastaban en las grandes praderas, intentando encontrar sus alimentos. El gran problema que tenían las primeras especies de rumiantes es que eran acechados constantemente por los depredadores. Básicamente no comían con tranquilidad, así que idearon un método: engullir grandes cantidades de comida y huir en busca de refugio.

Ya en un lugar a salvo, comenzaban a masticar aquello que habían logrado conseguir en su huida. Aquí es cuando apareció la rumia o la capacidad para masticar, de nuevo, lo que se ha engullido previamente. Así, los animales comenzaron a evolucionar: el estómago se hizo más grande y se dividió en compartimentos, siendo el rumen el más importante de todos.

La vaca tiene un único estómago dividido en cuatro partes

¿Cuántos estómagos tiene la vaca?

Las vacas pueden comer unos 70 Kg de pasto al día en ocho horas. Demasiada cantidad de comida para procesar y descomponer en nutrientes, por lo que necesita un sistema digestivo muy avanzado.

A primera vista, el aparato digestivo de estos animales es parecido al de los humanos: boca, esófago y estómago. Sí, pero cada uno de estos órganos es muy complejo y con unas características muy particulares para que los alimentos puedan procesarse adecuadamente.

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En la boca, por ejemplo, encontramos una lengua con papilas de distintos tipos. Este órgano se puede enrollar fácilmente en el pasto e introducir los alimentos en la boca. Gracias a los dientes incisivos inferiores, el animal hace un corte a la comida y lo tritura ligeramente, mezclándolo con saliva. Después de masticarlo unas cuantas veces, se obtiene un bolo que el animal ingiere.

La saliva de las vacas también juega un papel muy importante. Se produce en grandes cantidades, para que el animal pueda humedecer el alimento y formar el bolo de forma rápida, y, además, tiene sustancias que controlan el pH del bolo.

Formado el bolo, este pasa, a través de la faringe, hacia el esófago. Desde aquí sigue su camino hacia el estómago.

Así son los cuatro estómagos de la vaca

Ya lo adelantábamos: las vacas tienen un único estómago, pero dividido en cuatro compartimentos, de ahí que cuando te preguntes cuántos estómagos tiene la vaca, suelas encontrar como respuesta que cuatro. Este único órgano se divide en rumen, retículo, omaso o librillo y abomaso o cuajar.

Muchos describen al rumen como un laboratorio de química, pues está plagado de muchas bacterias, protozoarios, levaduras y, en general, todo tipo de microorganismos que ayudan a fermentar el bolo. Se trata del compartimento más grande del estómago de la vaca y tiene capacidad para hasta 200 litros.

El rumen juega un papel muy importante pues, es capaz de romper enlaces químicos de las hierbas, generar vitaminas, gases de la fermentación, proteínas, etcétera; cuando es posible, el rumen no devuelve la comida a la boca, sino que envía directamente los nutrientes al torrente sanguíneo.

Algunos alimentos, al no fermentarse, se pueden transformar en proteínas. ¿Y cuánto tiempo permanece el alimento en el rumen? Si son de consistencia líquida, doce horas. Y, entre 20 o 48 horas, cuando se trata de sustancias más fibrosas.

El retículo tiene funciones de contenedor. Transporta lo digerido hasta el abomaso, pero, si el alimento aún no se ha digerido del todo, lo envía de vuelta al rumen, que lo devuelve a la boca.

El omaso, formado por varios pliegues, se encarga de absorber el exceso de líquidos para que el alimento pase, lo más diluido y concentrado posible al siguiente compartimento: el abomaso. El abomaso es el estómago de la vaca, en sí mismo. Presenta gran acidez y es aquí donde se digieren todos los microorganismos que procesaban el alimento.

En este órgano se produce ácido clorhídrico y pepsina, se procesan las proteínas y, básicamente, ocurre la digestión química de los nutrientes.

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