Probablemente nunca hayas escuchado hablar del jaguarundi. En nuestro artículo de hoy te contamos todo sobre este felino, típico de América Latina y por qué su hábitat natural se está viendo afectada y parece no importar a nadie. Descubre datos interesantes sobre este curioso mamífero: su tamaño, costumbres, alimentación e, incluso, un poco sobre su enigmática historia.
Jaguarundi, un felino desconocido
Nombre y hábitat natural
Los pocos amigos que tiene lo llaman jaguarundi, pero su nombre científico es herpailurus yagouaroundi (carnívoro pardusco que mueve constantemente la cola). Decimos que tiene pocos amigos porque es un felino más bien poco conocido o estudiado. Algunos le llaman gato moro, jaju, onza, leoncillo o león breñero, dependiendo del país en donde se encuentre. Otros le llaman gato lagarto, gato nutria, gato servante, gato gris o zorro-gato.
Al jaguarundi lo puedes encontrar desde México hasta Argentina, pasando por Centroamérica. En México el yaguarundi, como también se le llama, habita en las tierras bajas de las costas del océano Pacífico, desde los estados de Sinaloa en el norte, hasta Chiapas en el sur. También es frecuente que habite en las tierras de la vertiente del Golfo, en la parte centro y sur de México, teniendo predominancia en la península de Yucatán (sureste del país). Hay algún ejemplar de yaguarundi al sur de Texas, en América Central y al oriente de los Andes, hasta alcanzar el norte de la Patagonia.

Este peculiar felino suele adaptarse muy bien a cualquier condición climática. Lo mismo le da vivir en las selvas secas o húmedas, pero también habita en los climas templados y hasta los 3,200 metros sobre el nivel del mar. El jaguarundi también vive en zonas de matorrales y pastizales, cerca de corrientes acuáticas y en los bosques de clima húmedo. Por esta característica se considera que el jaguarundi tiene una buena plasticidad ecológica: puede adaptarse y sobrevivir.
Características físicas del jaguarundi
Comparado con otros felinos, el jaguarundi es bastante pequeño. Los machos suelen medir entre 62 y 83 centímetros, mientras que las hembras 43 y 66. Pueden pesar de 3,5 a 6,5 kilos. El cuerpo es largo y delgado, atlético, con las extremidades cortas y la cola larga que mide de 30 a 60 centímetros. En cuanto a la altura, alcanzan los 33 centímetros. Destacan en este mamífero la cabeza pequeña y plana; la nariz puntiaguda, si se compara con otros felinos, y las orejas pequeñas y redondas sin contraste. Para que te hagas una idea, te decimos que es algo más grande que un gato doméstico.
El pelo no es atractivo para el comercio pues es áspero y corto. Puede ser pardo, con tintes rojizos o tener un tono negro o gris uniforme; esto lo hace bastante parecido al puma, que también tiene un color uniforme. Como el puma, el jaguarundi no tiene manchas ni líneas que lo hagan codiciado.
El jaguarundi en peligro de extinción
En Estados Unidos, desde 1976, el jaguarundi es considerado un felino en peligro de extinción. En México, desde 2010, se considera una especia amenazada. ¿El motivo? La falta de conservación de su hábitat natural a causa de las actividades económicas; actividades que van desde la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. Otro de los motivos que ponen en riesgo a este felino es la caza. No porque se suela comerciar con su piel, que no es particularmente atractiva, sino a modo de conservación de las gallinas en las granjas. Y es que al yaguarundi le gusta hacerse con las gallinas, por lo que es blanco fácil de los granjeros y pobladores de la zona.
Para la comunidad científica, el jaguarundi tiene poca importancia, comparado con otros grandes felinos como los pumas o jaguares. De ahí que se le hayan dedicado pocos estudios, difusión e importancia. Cosa que sí ocurre, por ejemplo, con los felinos que tienen manchas en la piel, pues son los más codiciados por los cazadores para el comercio de pieles. ¿Entonces por qué está en peligro de extinción? Precisamente por la poca importancia que se le da la especia; bien porque es bastante común encontrarse un jaguarundi o bien porque no existen suficientes estudios sobre él. Lo cierto es que su población disminuye poco a poco.

Alimentación y conducta
Como ya te adelantábamos, lo que hace que los granjeros den caza al jaguarundi es su afición por las gallinas, como si de una comadreja se tratara. Pues le gusta alimentarse de aves, pero también de mamíferos de tamaño pequeño. También suele cazar insectos, roedores, reptiles y anfibios, así como pescar peces en las laderas de los ríos y lagos. La principal diferencia entre el jaguarundi y el resto de los felinos (incluyendo a los gatos domésticos) es que estos son diurnos. Son muy comunes los avistamientos de yaguarundis a lo largo del día y es bien sabido que por la noche descansan. Además, estos simpáticos felinos son muy solitarios, desconfiados y tímidos, lo que hace que se les estudie poco.
Aunque vive al ras del suelo, el jaguarundi puede escalar con facilidad el tronco de los árboles. Y, como dato curioso, son capaces de tolerar el desarrollo humano y las alteraciones al ambiente, a diferencia de los otros felinos. De ahí, quizá su comportamiento diurno: toleran bastante a las personas. Esto no quiere decir que si te encuentras a un jaguarundi le acaricies y le des de comer y hagas tu amigo. Eso sí, según los pocos estudios que hay sobre ellos, indican que son fáciles de domesticar y se cree que fueron de las primeras mascotas que tuvieron los pobladores de América antes de la conquista española.
Reproducción y longevidad
Se estima que un jaguarundi puede vivir hasta 15 años; un período de vida similar al de los demás felinos. Te contamos también que un jaguarundi es considerado adulto (tanto machos como hembras) cuando alcanza los 2 o 3 años de edad.
En cuanto a la reproducción, las hembras de jaguarundi suelen tener entre 1 y 4 crías después de una gestación de 70 a 75 días. Los períodos reproductivos varían, pues las hembras no entran en celo en una época específica del año, sino que puede suceder en cualquier momento. El celo dura cerca de 3 días y, durante este etapa, las hembras esparcen su orina, en diferentes puntos, marcando su territorio y gritan de forma débil.
En México es común que la temporada de cría ocurra entre noviembre y diciembre. En otras regiones, se suelen ver camadas de jaguarundi entre marzo y agosto, pero no se sabe si una hembra es capaz de tener 2 camadas en un espacio de tiempo tan corto. A los 21 días de haber nacido un jaguarundi, su madre le lleva cantidades pequeñas de comida y, a los 42 días, las propias crías comienzan a buscar ellos mismos su propio alimento.
Antes de que los cachorros abandonen a su madre, que por cierto, son las hembras las que permanecen más tiempo, es la madre quien les da protección, además del alimento, claro. Recordemos que la mayoría de los felinos nacen sordos y ciegos y, en el caso del jaguarundi, la madre busca un nuevo refugio para sus crías en caso de sentirse amenazada. En cuanto al papel del macho, se desconoce si este permanece o no cerca de las crías.
1 comentario en «Jaguarundi: todo sobre el felino latinoamericano más olvidado»
Me gustan mucho los animales, son tan hermosos y quisiera que todos los quisieran igual y los cuidaran y los alimentarán
ya que les quitan su habitad.
Que Dios los cuide mucho….