Para aquellas personas que conviven con perros, de sobra son conocidos los muchos beneficios que les reporta el sacarlos a pasear. De hecho, es algo imprescindible para estas mascotas. Pero hoy nos gustaría centrarnos en algo que suele pasar más desapercibido. Hablamos de su necesidad de descanso.
Es fácil entender los aspectos positivos que están detrás de salir diariamente a dar un paseo. Los beneficios para la salud, tanto físicos como mentales, no solo reportan al perro, sino también al guía que le acompaña. Además los paseos son una gran oportunidad para establecer vínculos con el perro y un estupendo momento de socialización, también para ambos.
La mayoría de los perros viven el paseo como una experiencia excitante. Es el momento de jugar, divertirse, olfatear, interactuar con otros perros, etc. Esto es perfecto mientras dicha excitación no sea exagerada, puesto que en este momento la situación se convierte en perjudicial. Los perros, sobre todo cuando son jóvenes, tienen que procesar mucha información con las nuevas experiencias y pueden verse abrumados en muchos aspectos, produciendo un estrés poco sano cuando sale de paseo.
La adrenalina es una hormona que se encarga del control de las reacciones inmediatas en situaciones de presión o estrés. De hecho se la conoce como la hormona de lucha o huye. En momentos estresantes, los perros combinan la generación de adrenalina con la de cortisol. De esta forma, mientras que la adrenalina le aporta una energía extra y capacidad de atención, el cortisol controla funciones corporales como la respiración o la circulación, dotando a su cuerpo de los medios necesarios para lidiar con esa situación complicada y salir de ella.
Esta combinación de hormonas, aún siendo natural, en una producción excesiva tiene efectos negativos como fallos inmunológicos, problemas digestivos o de piel e incluso provocan enfermedades como pancreatitis o úlceras de estómago. Por lo tanto, exponer de forma continua al perro a situaciones que exciten su producción de adrenalina y cortisol terminará provocándole problemas de salud.
El descanso en los perros
La mejor forma de poder asegurarnos que nuestros perros eviten el exceso de cortisol y adrenalina en su cuerpo es ofreciéndole días de descanso periódicos. En dichas jornadas, se suprimirá el paseo y se le dejará relajadamente en casa sin interacciones con el mundo exterior. Esto les permitirá desconectar de la rutina diaria además de bajar la producción de cortisol y eliminar los excedentes que haya acumulado. Digamos que se trata como de una desintoxicación de estrés perruna.
Pero quizás algunos os preguntéis ¿cómo voy a dejar de pasear con mi perro si es el mejor momento del día? Esto sucede porque nos acostumbramos a interactuar con el perro en los paseos y no realizamos otras actividades con ellos fuera de ese tiempo de esparcimiento. Pero sí, es necesario que haya días (e incluso hasta una semana es situaciones extremas) en los que el perro no se exponga a experiencias fuera de casa.

Esto no significa que no se pueda realizar con ellos algún otro tipo de actividad o juego. De hecho los perros necesitan estimulación constante tanto física como mental. El aburrimiento en sus vidas tampoco aporta nada bueno. Existe la posibilidad de realizar ejercicios en casa de olfato, búsqueda, mordida o educación, entre otros.
Estimulación del perro en sus días de descanso
Algunas ideas para poner en marcha actividades que ocupen sus días de descanso pueden ser:
- Juegos de olfato: Esconder comida o golosinas en lugares escogidos de casa ayuda enormemente a estimular y entrenar su capacidad olfativa. También puedes utilizar juguetes tipo kongs o rompecabezas en esta actividad.
- Juegos de memoria: Tan fácil como realizar gestos simples que el perro pueda ir imitando e ir incrementando poco a poco la dificultad.
- Juegos de mordida: Entregarle un hueso, un kong congelado o accesorios de entrenamiento de mascado ejercitará su boca y cabeza.
- No olvides la actividad más importante: ¡dormir!. La mayoría de los perros no duermen lo suficiente y estos días son geniales para hacer que duerman más y mejor. Procúrale un lugar tranquilo, con luz tenue y, a ser posible una cama para perros cómoda y suave donde pueda encontrarse relajado.
Somos conscientes de que nuestros perros necesitan hacer ejercicio para lograr que su salud sea buena. También sabemos lo importante de que puedan socializar y experimentar en sus paseos. Pero si no queremos que se vean forzados a situaciones de estrés constante que se vuelvan negativas hemos de procurar programar para ellos, al menos, un día de descanso a la semana.