Cuando se trata de alimentar a nuestra querida mascota, tenemos muchas opciones. Las personas más tradicionales se sienten a gusto optando por una buena comida casera cocinada, pero algunas personas gustan de experimentar y optan por la dieta BARF que últimamente está dando mucho de qué hablar.
Dieta BARF vs comida natural cocinada
La comida con la que alimentaremos a nuestra mascota no es un tema que se deba tener en cuenta sin una buena investigación. Esto influye directamente en su salud y felicidad, algo importante para todo dueño.

Cada una de estas dos dietas ofrece ciertos beneficios. Por tanto, la mejor forma de decidir cuál es la más conveniente para nuestra mascota, consiste en contrastar sus ventajas.
Beneficios de la dieta BARF
BARF es el acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food. Como deja intuir su nombre, se trata de una dieta fundamentada en proteína o carne cruda. Es decir, comida “biológicamente apropiada”. La característica más importante de esta dieta es que los alimentos no se cocinan.
La forma en que puede componerse es muy amplia, pero en la mayoría de los casos se opta por incluir una fuente de grasa como hígado o piel de pollo, carne y fuentes de carbohidratos como lentejas o guisantes.
La comida natural para perros sin cocinar no es un concepto totalmente nuevo, pues su origen se remonta a la década de 1990, de la mano del veterinario Ian Billinghurst. Sin embargo, es en la actualidad donde esta dieta ha entrado en pleno auge.
Los defensores de esta dieta consideran que el principal beneficio de esta dieta es que la calidad de vida de los perros es mejor si tienen una dieta natural similar a la que tenían antes de su domesticación.
Un beneficio adicional es que esta dieta, desde una perspectiva nutricional, es muy completa y equilibrada. Si se compara con la comida casera cocinada, la única diferencia es que esta dieta es más difícil de digerir.
Ahora bien, es importante aclarar que no existe suficiente investigación científica como para respaldar que la dieta BARF sea superior a dietas más tradicionales. De hecho, si resulta más recomendable o no, dependerá de las necesidades específicas de la mascota.
Por otro lado, muchos defensores de esta dieta mencionan que sus mascotas tienen más energía, una digestión de mejor calidad, menos olor corporal, piel más sana, mejor higiene bucal y un pelaje más brillante en comparación con mascotas que siguen una dieta más tradicional.
Beneficios de la comida casera cocinada
La comida casera para perros es una opción más tradicional. En este caso, los alimentos sí se cocinan, por lo que son más fáciles de digerir. Además, al ser una dieta más planificada y versátil, se tiene más libertad para estructurar el menú. Estas dos características son sus principales ventajas.
Sin embargo, no son las únicas. Estas dietas también se pueden preparar con mayor precisión, estableciendo porcentajes específicos de diferentes alimentos que se adapten completamente a las necesidades específicas de nuestro perro.
Por otra parte, al tener más opciones para escoger, es más fácil garantizar que la dieta de nuestra mascota contará con todos los aminoácidos esenciales que necesita nuestra mascota para estar sana.
Cabe destacar que esta dieta es también más sana en comparación con la típica de alimentos procesados o muy poco procesados. Aunque requiere algo de esfuerzo extra cocinar los alimentos, es innegable que vale la pena debido a que nuestra mascota aprovechará nutrientes naturales que son más fáciles de asimilar y tienen poca presencia de químicos artificiales.
Por último, hay que tener en cuenta que, aunque los perros tienen menos papilas gustativas que los humanos, esta dieta es sin duda más apetitosa y disfrutable para ellos.