Conoce todo acerca del perro Xoloitzcuintle, una raza canina milenaria y que tiene su origen en México. ¿Sabías que no tienen pelo y que los aztecas lo consideraban un perro sagrado? Además, quizá te suene un poco si viste la película de Disney Pixar Coco, pues un espécimen de esta preciosa raza azteca fue llevado a la pantalla grande. Te invitamos a descubrirlo.
Perro Xoloitzcuintle, un regalo de los dioses
La leyenda del Xoloitzcuintle
Cuenta una vieja leyenda azteca que el dios Xólotl, señor de las estrellas, de los ocasos y los gemelos, bajó un día al Mictlán o inframundo a buscar el hueso de la vida para entregarlo a Mictlantecuhtli, señor de la muerte. De todos los dioses, Xólotl fue el que se atrevió a descender y, al hacerlo, se transformó en un hermoso perro negro. Del hueso de la vida, los dioses crearon al primer hombre y a la primera mujer. Xólotl, según una leyenda, permaneció con cabeza de perro y cuerpo de hombre; según otra leyenda, volvió al mundo de los vivos y, de una astilla del famoso hueso, creo un precioso animal, el perro Xoloitzcuintle, y lo regaló a los hombres.
Los aztecas agradecieron el regalo del dios y lo veneraron convirtiéndolo en un animal sagrado. Esta antigua civilización mexicana creía que el Xoloitzcuintle tenía la misión de guiar a los espíritus en su camino hacia el Mictlán. Por eso, lo trataban con tanto fervor y devoción; pensaban que, de tratarlo mal, el alma del muerto se quedaría vagando para siempre sin encontrar paz.
Origen del perro azteca
¿Mito, leyenda, imaginación? Lo cierto es que el perro Xoloitzcuintle apareció en México hace 7 mil años. Y, desde su aparición, se convirtió en un animal venerado y leal compañero de los antiguos aztecas. Hay infinidad de representaciones pictóricas de él en las ruinas y vestigios de una de las civilizaciones más importantes de México. Después de la conquista de México por parte de los españoles, esta raza de perros estuvo a punto de desaparecer; sin embargo, logró sobrevivir durante varios siglos casi en el anonimato y olvido.
No fue sino hasta los años 50 cuando se inició una campaña que intentó rescatar a estos preciosos ejemplares. ¿Sabías que personalidades como Frida Kahlo y Diego Rivera criaban Xoloitzcuintles? Además, en 2017, Disney llevó a un perro de esta raza, llamado Dante, a las pantallas de todos los cines del mundo en la película animada Coco.

Características
El perro Xoloitzcuintle es muy fácil de identificar. Para empezar, no tiene pelo, más allá de unos cuantos pelos en la cabeza. La piel es oscura y arrugada. Las orejas puntiagudas y levantadas; la cola, también sin pelo, fina y larga, al igual que las patas. Los ojos son marrón oscuro y, en ocasiones, amarillos. En caso de que te encuentres con uno en tu camino, te advertimos que son unos perros muy imponentes, majestuosos y rodeados como de mucho misticismo.
Existe otro tipo de Xoloitzcuintle, el que tiene pelo. El pelo es corto y dorado y, a diferencia de los Xolos (como cariñosamente se les llama) sin pelo, estos no tienen las orejas levantadas. Lo sorprendente de la genética de estos animales es que, si un Xolo con pelo se cruza con otro sin pelo, las crías nacerán calvas. Debemos destacar que estos increíbles canes vienen en 3 tamaños: toy (2-9 kilos) estándar (10-17 kilos) y mediano (18-25 kilos). El más pequeño se utiliza como perro de compañía, mientras que los más grandes sirven de guardianes.
Comportamiento
Los Xolos son perros de compañía ideales. Son alegres, juguetones y muy fieles. Además, los miniatura son increíblemente ágiles, pues ¡pueden escalar hasta 2 metros! Tal vez sea su origen mitológico, pues fueron «creados» por un dios para servir de guía a las almas en el inframundo, o simplemente el carácter bonachón de los perros aztecas, pero lo cierto es que son muy protectores con sus dueños y muy leales.
Son de carácter tan juguetón, que a los niños en México se les llama escuincles, en honor a estos dóciles canes.

Salud y alimentación
El perro Xoloitzcuintle tiene una esperanza de vida de entre 12 y 14 años. A diferencia de otras razas de perros que son propensos a ciertas enfermedades, los Xolos tienen muy buena salud. ¿El motivo? No olvidemos que muchas de las razas de perros que conocemos actualmente son producto de cruces y mutaciones genéticas resultado de la intervención humana. El Xoloitzcuintle, por su parte, es el resultado de la selección natural. Como ya mencionamos, después de la conquista de México, los perros aztecas huyeron de las ciudades y se asentaron en los campos y montes y aprendieron a adaptarse y sobrevivir.
Por eso, es que estos perros no tienen los premolares dentales. Se cree que fue porque, al refugiarse en el campo, tuvieron que comer lo que encontraban en el suelo, por eso es que su cuerpo evolucionó para adaptarse a estos cambios. De ahí que la alimentación del Xoloitzcuintle sea diferente a la de otros perros. No suelen comer carne, sino frutas y tortillas mexicanas (hechas con maíz).
En cuanto al aseo de la mascota, la carencia de pelo los hace menos propensos a pulgas y garrapatas, pero necesitan un cuidado más extremo de la piel. Por eso es importante seguir las recomendaciones de aseo similares a los de otros perros sin pelo, pues podrían incluso desarrollar acné. ¿Lo mejor? No bañarlos en exceso ni usar perfumes o lociones, pues esto elimina la protección dérmica y obstruye los poros.
Por último, y no menos importante, estos perros están acostumbrados a los climas tropicales por lo que criarlos en lugares de clima templado o fríos podría exponerlos severamente.