Cómo conseguir que mi gato me obedezca y haga caso

Contenido del artículo

Los gatos son uno de los animales de compañía más comunes que encontramos en las casas de todo el mundo porque son la mascota perfecta para la gente que no tiene mucho tiempo: son cariñosos (cuando quieren), no hay que sacarlos a pasear, pueden quedarse solos tranquilamente mucho tiempo y hacen sus necesidades siempre en su caja de arena, por lo que no hay que ir limpiando tras ellos constantemente. Pero, a pesar de estas comodidades, son animales inteligentes, testarudos e independientes que también pueden tener ciertos comportamientos negativos que sus dueños no siempre saben corregir. Y eso les lleva a preguntarse: ¿qué tengo que hacer para que mi gato me obedezca? En este artículo te damos algunas pautas para conseguirlo.

¿Puedo hacer que mi gato me obedezca y entienda que yo soy quien manda?

Los gatos requieren un enfoque muy diferente del adiestramiento que otros animales domésticos, como los perros. Con tiempo y paciencia, puedes enseñar a un perro a que obedezca tus órdenes y haga trucos de una forma relativamente sencilla porque son animales que funcionan en manadas y tienen una comprensión instintiva de la jerarquía. Por tanto, si el dueño establece su dominio, el perro entiende.

hacer que mi gato me obedezca

Los gatos, en cambio, son mucho menos sociales y no acostumbran a vivir en manada: de hecho, el único felino del reino animal que lo hace instintivamente es el león. Un gato, por tanto, no es un animal social por naturaleza (aunque sea simpático y pueda convivir con otros gatos y otros animales) y no entiende de jerarquías. Entonces, ¿cómo lograr que mi gato me obedezca y entienda que soy el líder de la manada?

La respuesta es sencilla: no puedes. Nunca va a entender que debe obedecerte porque es de natural independiente y piensa por sí mismo. Por ello, lo máximo a lo que puedes aspirar es a corregir su conducta y que entienda que hay determinadas cosas que no debe hacer porque a él no le conviene hacerlas para no sufrir las consecuencias.

Quizá te interese leer:  Así es Larry, el gato con un alto cargo en el Reino Unido

Las claves para que mi gato me obedezca

Enseñarle desde cachorro

Es importante empezar a educar a tu gato lo antes posible para que pueda aprender y respetar los límites de tu hogar. No querrás que tu gato esté escarbando en la basura, destrozando tus muebles o saltando constantemente sobre la encimera, por lo que cuando antes lo acostumbres a identificar lo que está bien de lo que está mal, mejor. Cada gato es diferente, y el adiestramiento puede ser muy duro para tu paciencia. Asegúrate de dedicarle poco tiempo cada día para trabajar con él.

No castigarlo

Los gatos no entienden ni responden bien al castigo, y a menudo lo único que lograrás es que huya y se esconda de ti. Pegarle, gritarle o rociarle con un spray de agua solo va a generar desconfianza entre vosotros. Además, entenderán que si les «pillas» haciendo algo concreto, lo tratarás mal, por lo que se guardará de hacerlo solo cuando tú no estás delante para evitar el castigo, pero seguir haciendo lo que quiere. En lugar de castigarlo, lo ideal es «engañarlo» con otras técnicas para que crea que ese comportamiento concreto no le conviene y es mejor que se suba a otro sitio o haga otra cosa.

gatos jugando

Sisear como un gato para espantarlo cuando se porte mal

Nada tan efectivo para lograr que tu gato te obedezca como hablar su propio lenguaje.Cuando un gato molesta a otro, el gato molesto primero mirará directamente a los ojos del gato que lo está molestando, y si el otro gato no retrocede, le siseará fieramente para llamar la atención y marcar su territorio, lo que probablemente asuste al otro gato y provoque que se vaya porque siente que está en peligro.

Cuando tu gato empiece a hacer algo que no quieres que haga (como subirse encima de tu portátil o sobre la encimera de la cocina mientras preparas la comida), mira al gato a los ojos fijamente y, tal y como hace un gato, sisea alto y claro con rudeza. Generalmente, esto hará que entiendan que no son bienvenidos y que se pongan alerta, por lo que cesarán en su comportamiento inmediatamente.

Quizá te interese leer:  Las enfermedades mentales en gatos más comunes que debes vigilar

Repite esta acción para espantarlo cada vez que intente subirse donde no quieres o cuando lo pilles arañando el sofá, y llegará el punto en que entienda que es mejor que no lo haga por sentirse amenazado.

Reconducir sus malos comportamientos

Los problemas de comportamiento más comunes a los que se enfrentan los dueños de los gatos son los arañazos en sitios no deseados, que campe a sus anchas por los muebles de la cocina o que intente rebuscar en la basura. Puedes intentar reconducirlo de las siguientes formas:

Arañar el sofá

Si tu gato se dedica a arañar el sofá o las sillas, lo que tienes que hacer es redirigir es colocar un rascador delante del objeto concreto que suela arañar. Pasado el tiempo, cuando adopte el poste como suyo y se haya acostumbrado a arañar ahí, ve cambiándolo de sitio hasta el lugar que tú prefieras lentamente, moviéndolo unos pocos centímetros cada día.

Subirse a los muebles

Coloca cinta adhesiva de doble cara en todas las superficies en las que no quieras que se suba tu gato. Así, cuando se suba en ellas, las encontrará desagradables ya que a los gatos no les gusta sentir que sus patitas están pegajosas y dejará de subirse a ellas porque no le gustan. Una vez aprendida la lección, retire la cinta. Es posible que tengas que repetir el proceso de vez en cuando.

Rebuscar en la basura

Los gatos son reacios a ciertos olores como los cítricos. Puedes empapar bolas de algodón con estos olores para mantener a tu gato lejos de los lugares a los que no quieres que vaya, como por ejemplo la zona del cubo de basura.

Deja un comentario

¡Suscríbete y recibe nuestros últimos artículos directamente en tu correo!