El gato montés es un felino salvaje, pero que guarda gran parecido con los gatos domésticos. Este curioso animal, que se encuentra en peligro de extinción, aún puede enocntrarse en los bosques de Europa, Asia, América y algunos lugares de África, aunque su origen es mediterráneo.
Características del gato montés
Al gato montés también se le llama felis silvestris y comparte características con los gatos domésticos. Pero te adelantamos, el gato montés, por ningún motivo, puede ser una mascota. Estos felinos asalvajados son más grandes de tamaño que los gatos comunes y, de hecho, puede cruzarse con estos si los encuentra en su hábitat natural; es decir, con gatos que han sido abandonados.
Este felino tiene origen mediterráneo y es común encontrarlo en Eurasia, África y también en algunos países de América. Existen muchas subespecies de gato montés. Así por ejemplo encontramos al europeo (llamado felis silvestris silvestris), al asiático y al africano. Y sí, este animal es el ancestro directo de los gatos domésticos que conocemos hoy en día.

Y es que los gatos salvajes cuentan con características similares a la de los gatos domésticos. Eso sí, el cuerpo del gato montés es mucho más robusto; además, suelen ser de color pardo grisáceo atigrado y presentar rayas negras en la frente. Aunque es posible pensar que los distintos tipos de gatos silvestres son iguales, te contamos que presentan diferencias entre sí. Por ejemplo, la especie europea tiene el pelo más espeso, la cola suele ser más poblada y ancha, así como franjas negras en la misma. Es fácil distinguir a un gato montés de uno doméstico: el cráneo del primero es mayor que el de los especímenes de casa.
Este curioso gato silvestre puede medir, sin contar la cola, entre 51 y 76 centímetros y pesar entre 2,8 a 5,8 kilos. Es bastante parecido al gato doméstico, si ponemos dos ejemplares juntos. Hay que fijarse muy bien para poder distinguirlos con facilidad; para empezar el gato montés es muy robusto y la cabeza ligeramente más grande que el resto del cuerpo (algo que no sucede con los gatos de casa). La cola, a diferencia de los felinos domésticos, es corta y gruesa; y las orejas muy puntiagudas. Por otra parte, los machos son entre un 15 y un 25% más grandes que las hembras.
La esperanza de vida del gato montés va de los seis a los doce años, pero hay ejemplares que han llegado a vivir hasta quince años. Como dato curioso, debemos añadir que, entre todas las subespecies de gato montés, fue la variante africana la que originó a los gatos de casa. Esta subespecie cuenta con un carácter bastante dócil, lo que permitió su domesticación hace aproximadamente 5.000 años.
Peligro de extinción
Este felino vive en bosques, pero también suele habitar en en las zonas de matorrales que le permitan refugiarse de los intrusos; y es que el gato montés prefiere vivir alejado de los núcleos urbanos y los curiosos. Debemos decirte que el gato montés es un animal en peligro de extinción; de hecho, a lo largo de los años, ha desaparecido de buena parte de regiones del centro de Europa; es bastante difícil encontrar a estos gatos silvestres. La única «gran colonia» se ubica en los montes Cárpatos.

La extinción de esta especie en algunas partes de Europa, llevó a la inclusión del felino dentro del anexo II del convenio CITES, con el objetivo de protegerla. Durante unos años, era bastante fácil avistar gatos monteses en la península ibérica; ahora mismo resulta un tanto difícil. Estos gatos silvestres siguen viviendo en España y Portugal, pero únicamente en las zonas más boscosas.
No es una mascota
Aunque parezca un gato doméstico, el gato montés no lo es. Si te encuentras con uno, no se te ocurra intentar llevarlo a casa ni adoptarlo. Para empezar, este felino silvestre es solitario, salvo cuando se encuentra alimentando a sus crías. Es un mamífero temperamental, arisco y puede llegar a ser agresivo; además, es territorial y sus hábitos son vespertinos y nocturnos. No es nada sociable y disfruta de su libertad.
La única manera en la que el gato montés se acerca a las zonas con presencia de humanos, es si está en celo. Y esto solo lo hacen los machos, que suelen ir a las casas y granjas que tienen hembras domésticas, para aparearse con ellas. Aunque lo veas merodeando por los alrededores de una granja o casa de campo, no se recomienda en absoluto intentar cogerle.
Recuerda que tiene cierto temperamento y puede llegar a ser muy agresivo. Aunque consiguieras hacerte con un ejemplar de gato montés, recordemos que, hoy en día, se encuentra en la lista roja de animales en peligro de extinción. La tenencia de uno de estos ejemplares como animales de compañía sería simplemente ilegal e imposible; en el caso de que sí se pudiera tener un gato montés, el posible propietario tendría que contar con los permisos necesarios.
¿De qué se alimenta el gato montés?
Al ser un animal silvestre, el gato montés es un experto cazador. Suele hacerlo al amanecer o por la noche. Sorprende saber que el gato montés, a diferencia del doméstico, puede permanecer activo durante 22 horas del día; ya sabemos que los gatos de casa aman dormir y raramente hacen algo diferente a esto. Pues los felinos silvestres son muy activos y siempre merodean a sus presas.
La dieta de estos gatos se compone de todo lo que cazan. Suelen atrapar roedores pequeños, liebres y conejos. También pueden comer algunos reptiles, pájaros y anfibios. Cuando no encuentra presas para cazar, puede comer animales muertos.
Salud y conservación
Aunque es un animal muy resistente, porque vive en la naturaleza y es bastante fuerte, se sabe que el gato montés puede ser propenso a ciertas enfermedades que son características de su especie; enfermedades que, además, puede compartir con los gatos domésticos. Los gatos silvestres, por ejemplo, padecen moquillo parvovirosis; estos son dos de los padecimientos más comunes.
También debemos decirte que es propenso al coronavirus felino. Pero, ¿qué hacer si te encuentras con un gato montés que está herido o parece enfermo? Recuerda que no debes acercarte a él ni intentar ayudarle. Lo más aconsejable es ponerse en contacto con las autoridades, para que acudan en su ayuda.
En cuanto a la reproducción del gato montés, ya te hemos adelantado que el macho puede aparearse con las mascotas de casa, así que presta especal atención si vives en el campo. Por otra parte, el apareamiento de la especie ocurre entre los meses de febrero y marzo; y las crías nacen en mayo, pues el período de gestacion tarda entre 63 y 69 días. Para el alumbramiento, las madres buscan las grietas de las rocas, madrigueras abandonadas por otros animales o los huecos de los árboles. Las hembras solo tienen una camada al año. El numero de crías varía entre uno y ocho, pero lo más común es que nazcan entre tres y cuatro cachorros. Las crías pesan alrededor de 200 gramos al momento de su nacimiento.
La independencia de las crías ocurre alrededor de los tres o cuatro meses, pero continúan viviendo con sus madres y cazando con ellas durante un tiempo. Por otra parte, este gato silvestre alcanza la madurez sexual cuando cumple diez meses de edad.