El número 10 de Downing Street, Londres es famoso por ser la residencia del Primer Ministro británico. Aquí han vivido Winston Churchill o Margaret Thatcher, por citar a dos icónicos mandatarios ingleses, aparte de la Reina Isabel II (que hace lo propio en Buckingham Palace). Sin embargo, Downing Street es hogar de un personaje muy simpático y muy famoso entre la prensa y el pueblo británico: Larry el gato.
Larry, el gato más importante de Reino Unido
Larry ocupa un puesto importantísimo dentro de la administración británica. Incluso sus andanzas figuran en la historia de la residencia del Primer Ministro de aquel país, en la página oficial de la administración inglesa. Y es que Larry es el Jefe Ratonero de la Oficina del Gabinete (su título oficial es Chief Mouser to the Cabinet Office). Larry el gato se describe en su perfil (no oficial) de Twitter como un espécimen atigrado de 14 años con un puesto más longevo que cualquier líder de cualquier partido político haya podido ocupar jamás.
A efectos de Estado, Larry el gato no fue adoptado. A un personaje como él no se le rescata, se le recluta, al más puro estilo de James Bond. El trámite y contacto de Larry con las autoridades fue Battersea Dogs & Cats Home. La honorable institución que se encargó del reclutamiento del ahora Jefe Ratonero de Downing Street tiene una larga tradición de rescate de animales. Y es que Battersea Dogs & Cats Home lleva más de 156 años desempeñando esta ardua tarea. En 1860 recogieron al primer perro y, tres millones de animales (reubicados) después, ahora presumen de ser la primera casa de Larry.

10 años con Larry el gato
El 15 de febrero pasado, Larry el gato cumplió 10 años en el cargo (llegó en 2011, con 4 años de edad). Y, aunque muchos otros gatos ya habían pasado por Downing Street, Larry es el primero en recibir, de forma oficial, el título de Jefe Ratonero. Larry es un personaje peculiar al que la prensa y el pueblo británico adoran. Es muy común verle pasear a sus anchas a las puertas del número 10 mientras espera a las visitas del Primer Ministro, o posando para las cámaras y dejándose acariciar (y entrevistar) por los periodistas; también es frecuente verle hacer gala de su talento mientras caza a alguna pobre y lenta paloma.
Es tanto el cariño del pueblo hacia la figura de Larry que, según se cuenta en los tabloides británicos, a Larry le envían todo tipo de regalos, chuches y golosinas casi a diario. No es para menos: en su corta (¿o longeva?) vida gatuna, Larry ha visto desfilar ya a 3 ministros por Downing Street: David Cameron (quien lo reclutó), Theresa May y Boris Johnson. El gato, ajeno a las ideologías políticas de sus «jefes», se mantiene firme y no ha abandonado la casa. Básicamente, Larry el gato viene con la propiedad, no con el Primer Ministro.
¿Cómo llegó Larry a Downing Street?
Larry fue reclutado por David Cameron por los constantes ataques de una pequeña plaga de ratas en la residencia. A Larry, Battersea Dogs & Cats Home lo recomendó por ser increíblemente hábil cazando ratones, un talento que el curioso felino suele poner en tela de juicio en muchas ocasiones. Según algunos habitantes del número 10 de Downing Street, Larry es muy compasivo y no caza demasiado (salvo por los primeros meses desde su llegada en el lejano 2011). Esto ha hecho que Larry se gane el cariño del público.
Según los analistas, Larry tiene cierto poder político, ya que tiene la capacidad de generar empatía y hacer ver al pueblo británico que el Primer Ministro es igual a ellos. No olvidemos que Inglaterra es un país donde los animales son muy queridos, así que eso levanta el cariño y simpatía del pueblo para con sus gobernantes. Además, según dicen, el gato siempre sirve como distracción ante cualquier problema en Downing Street. ¿Algo va mal en la política británica? ¡Mirad a Larry cazando una paloma!

Debemos decirte también que la figura de Larry el gato es muy importante para las organizaciones que rescatan animales. Larry llegó a Battersea Dogs & Cats procedente de la calle. Y la vida le dio un giro de 180 grados y una nueva oportunidad. Algo que, sin duda, ha servido un poco para calar la conciencia de los británicos. Según Battersea, la popularidad de Larry disparó las adopciones de gatos hasta en un 15%.
Antes de Larry el gato
Larry no es el primer inquilino peludo de Downing Street, pero sí que es el primero en recibir el nombramiento oficial. La historia de las mascotas de la residencia del Primer Ministro se remonta a 1924 con Rufus de Inglaterra, que fue llevado por el mandatario Ramsay MacDonald. Rufus estuvo hasta 1930. Antes de partir, llegaría Peter (1929) que permaneció en la vivienda 17 años y sirvió, entre otros, a Stanley Baldwin, Neville Chamberlain y al mismísimo Winston Churchill. Durante el mandato de Peter, llegarían a hacerle compañía Munich, Nelson y Peter II.
Entre 1947 y 1964, Peter III fue el encargado de mantener a los ratones a raya. Le seguirían Peta, Wilberforce y el viejo Humphrey. Este último estuvo al servicio de la casa de 1989 hasta 1997. Durante 10 años, no hubo ningún otro gato hasta el 2007 cuando llegó Freya (durante 2 años). Tres años más tarde llegaría Larry que, por cierto, compartió puesto con Sybil de 2012 a 2014 porque, según se contaba, a Larry lo de cazar no le iba mucho.
Te preguntarás quién paga el sueldo de Larry el gato. Te contamos que el salario del Jefe Ratonero se remonta a 1929, cuando se autorizó dentro de la partida presupuestaria de aquel año gastar 0,25 libras para mantener al gato de la casa. En 1932 la asignación para el felino de Downing Street ascendió a 1 chelín con 6 peniques. Para el siglo XXI el presupuesto para cuidar al Jefe Ratonero alcanzó las 100 libras anuales. Aunque también debemos de decirte que, actualmente, el mantenimiento de Larry no sale de una partida presupuestal, sino que está financiado por el personal de la propiedad que hace recaudaciones de fondos.
Los rivales del gato más importante de Reino Unido
Según dicen, a Larry los ratones le caen bien y, aunque maneja el cotarro, de los roedores en Downing Street, prefiere otro tipo de enemigos. Para empezar, no se lleva bien con otros gatos. Un archienemigo de Larry era Palmerston. Este era un precioso gato blanco y negro que vivía en el Ministerio de Relaciones Exteriores (muy cerca de la residencia de Larry).

En más de una ocasión los fotógrafos captaron las peleas entre estos dos curiosos felinos. Derrotado, según dicen, Palmerston tuvo que dejar su cargo político y ahora prefiere la vida de campo. Otro gran rival de Larry es Donald Trump. Aunque Larry es muy diplomático (y apolítico según él) su pequeña batalla contra el antiguo Presidente norteamericano fue una odisea y un gran entretenimiento para los fans del felino.
El día que el mandatario norteamericano visitó el número 10 Downing Street, caía una lluvia torrencial sobre Londres. Larry no encontró mejor refugio que debajo de «La Bestia», el poderoso vehículo de Trump. Y Larry, atrincherado, no quiso salir en un buen rato.
Eso sí, debemos decirte que a Larry el Presidente Barack Obama sí le caía muy bien. De hecho, se dejó sostener en brazos del Presidente y hasta les pudieron echar una foto juntos. Algo poco común, pues al Jefe Ratonero de Reino Unido no le gusta mucho que lo cojan en brazos.
Las labores del Jefe Ratonero de la Oficina del Gabinete
A más de uno nos gustaría ser Larry el gato. Vive muy bien y no trabaja demasiado. Ya lo adelantábamos: Larry es un estratega que lleva una década planeando cómo acabar con los ratones… pero todavía no lo ha hecho.
El caso es que una de las tareas oficiales de Larry es comprobar que los cojines de la residencia del Primer Ministro sean lo suficientemente cómodos para los visitantes y, sobre todo, para que él pueda echar la siesta. Además, debe verificar la calidad y resistencia de los muebles, algo que pone de cabeza a los interioristas y el personal de limpieza de la casa.

Por supuesto, Larry tiene la obligación de recibir a las visitas, hasta las que no le agradan demasiado, y hacer rondas para comprobar que todo el personal del número 10 de Downing Street esté cumpliendo con sus labores. Y claro, tiene la importantísima labor de dejarse fotografíar por los paparazzi.
Larry, el famoso
La fama es algo que Larry el gato lleva bien. En 2012, Battersea Dogs & Cats le concedió la placa azul. Se trata de un importante distintivo que se coloca en un lugar público que conmemora una personaje famoso con un lugar. ¡Y Larry tiene la suya, al igual que Ian Fleming, Charles Dickens o Virigna Woolf!
Por otra parte, el felino tiene su propio libro, se trata de de Larry Diaries: Downing Street, los primeros 100 días. El libro fue escrito por James Robinson, antiguo periodista de The Guardian. Además, ha tenido su propia tira cómica dominical en The Sunday Express.
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