¿Conoces las consecuencias de dormir con tu perro en la cama? Cada vez son más las personas que deciden adoptar un perro, aumentando así el número de miembros de la familia. La relación con estos seres es muy estrecha, llegando a convertirse, en ocasiones, en los más mimados de la casa. Ahora bien, existen ciertas cuestiones que, dependiendo de la familia, las analizan desde un punto de vista u otro. De esta forma, mientras que algunos disfrutan durmiendo junto a su mascota, otros creen que es algo molesto e, incluso, antihigiénico. Con el fin de resolverte todas las dudas respecto a este tema, a lo largo de este artículo te explicamos las ventajas y las desventajas de dormir con tu perro en la cama.
Dormir con tu perro en la cama: ¿beneficioso o perjudicial?
Despertar y encontrar a tu mejor amigo a tu lado puede ser una experiencia maravillosa, pero algunos son incapaces de conciliar el sueño si sienten a su perro junto en la cama a lo largo de la noche. Son muchos los factores que están presentes cuando dormimos con nuestra mascota. En este apartado hablaremos de cada uno de ellos.
Ventajas de dormir con un perro
Son muchas las ventajas que podemos obtener si decidimos dormir junto a nuestro perro. En este apartado te explicamos las más destacadas.
Acompañamiento
La mayor ventaja que podemos encontrar al dormir con nuestra mascota son los beneficios emocionales. El hecho de que con su presencia ya nos sintamos acompañados es un punto a favor de esta práctica. De esta forma, para las personas que viven solas, echarse junto al animal es una gran opción.

Seguridad
Dormir cada noche sintiéndonos seguros es una sensación placentera que nos ayuda a cerrar los ojos con calma. De esta manera, nuestro descanso se multiplica y, al día siguiente, nos sentiremos cargados de energía para afrontar cualquier actividad. Además, saber que ante cualquier ruido externo nuestro perro reaccionará, nos da la oportunidad de olvidarnos de cualquier temor que tengamos ante un robo, por ejemplo.
Combatir el estrés
Las emociones anteriores nos ayudan también a combatir el estrés e, incluso, a hacer frente a los largos periodos de tristeza que nos pueden jugar una mala pasada, pudiendo llegar a caer en una depresión.
Afrontar el frío
Por otra parte, en las noches frías de invierno, los canes pueden ayudarnos a mantener el calor corporal. En ocasiones, utilizamos mantas y mantas para hacer frente a las bajas temperaturas sin conseguir los resultados esperados, pero los perros pueden hacer más por nosotros que la ropa de cama.
Aumento del vínculo común
El hecho de dormir con nuestra mascota provoca que aumente el vínculo emocional que tenemos con ella. Le estamos demostrando que es uno más y que a su lado nos sentimos mejor. Todas estas energías el can las capta, lo que aumentará, aún más si cabe, su fidelidad hacia nosotros.
Por tanto, cabe destacar que a nivel psicológico, dormir con nuestra mascota tiene multitud de aspectos positivos.
Desventajas de dormir con un perro
A pesar de todo lo explicado en el punto anterior, dormir con nuestro perro también tiene sus inconvenientes. Por ello, te los explicamos a continuación.
Transmisión de enfermedades
Una de las mayores desventajas es la posible transmisión de enfermedades. Ahora bien, si cuidamos de nuestra mascota y esta presume de una salud de hierro, es una cuestión que debemos descartar al instante. Asimismo, en ocasiones los animales pueden provocar alergias o asma; pero, obviamente, si una persona sufre este tipo de reacciones no debe dormir con su perro por mucho que le aprecie.
Alteración del sueño
A veces, también es posible que al dormir con nuestra mascota se altere nuestro sueño, afectando a su calidad y al nivel de descanso. En estos casos se debe a que el animal puede moverse mucho, ocupar mucho espacio, roncar o hacer diversos ruidos. Por este motivo, dependiendo del tipo de can que tengamos y la personalidad del mismo, este aspecto nos podrá influir en mayor o en menor medida.
Falta de higiene
Nuestra mascota puede estar impecable, pero es cierto que el hecho de que camine por la calle o disfrute de largos paseos por la naturaleza provoca que acumule bacterias. Asimismo, aunque les echemos los productos necesarios, es posible que alguna pulga o garrapata resistente llegue a alcanzar el lomo de nuestro perro. Todo lo anterior, si el can se sube a la cama, estará muy expuesto ante nuestro cuerpo y sufrir, de este modo, las consecuencias.
Una solución a este punto es, por ejemplo, revisar cada noche el pelaje del animal, lavarle las patas para eliminar cualquier resto antihigiénico, y desinfectar las sábanas y el colchón con vapor para acabar con cualquier residuo.
Teniendo en cuenta todo lo explicado hasta ahora, debes valorar si prefieres dormir con tu perro o sin él. Ahora bien, date cuenta de que el can aprenderá la práctica por la que te inclines. Así, una vez decidido que el animal es bien recibido en la cama, en el caso de que te arrepientas más adelante, será muy difícil quitarle la costumbre.