Una de las enfermedades más comunes en perros es las traqueobronquitis infecciosa canina, más conocida como tos de las perreras. Se le puso este nombre porque, antiguamente, era muy común en sitios donde había numerosos perros y poca higiene, como las perreras, y el contagio era fácil y rápido. Actualmente ya no es una cuestión de higiene, pero sigue siendo igual de contagiosa en parques para perros, casas de acogida y protectoras, entre otros sitios.
¿Qué es la tos de las perreras?
La traqueobronquitis infecciosa canina es una enfermedad causada por el adenovirus canino tipo 2 o por el virus de la parainfluenza (PIC). Ambos afectan a las vías respiratorias del perro y dejan el camino abierto para que las bacterias provoquen una infección. En algunas ocasiones la enfermedad puede desarrollarse simplemente por la presencia de bacterias, el virus del moquillo canino o el herpesvirus.
Como hemos comentado, la tos de las perreras es una enfermedad que afecta al sistema respiratorio del animal y provoca una infección que variará en función de los agentes que entren en juego, los días que el animal lleve contagiado y de algunas condiciones externas, como la temperatura o la humedad en el ambiente. Ante todo, no debes asustarte, ya que es una enfermedad muy frecuente, poco grave y que con un tratamiento adecuado, el cual debe decidir el veterinario, no habrá complicación alguna. Para hacerte a una idea, es el equivalente a un resfriado o gripe común en humanos.

Tratamiento para la tos de las perreras
Debes tener en cuenta que es una enfermedad que se contagia con mucha facilidad, por lo que cuando vayas al veterinario te aconsejamos que evites el contacto con otros perros. El veterinario examinará al can y, en función del estado del animal, decidirá qué tratamiento es el más adecuado para combatir la enfermedad.
La enfermedad puede estar causada por una gran cantidad de agentes infecciosos y lo más común es tratarla con antibióticos y antiinflamatorios para aliviarle los síntomas al animal. Mientras dure el tratamiento es importante que el perro afectado se quede en casa y no tenga contacto con otros canes. Si sale a pasear, tienes que evitar que tenga contacto con otros perros para evitar el contagio y propagación del virus. También es muy importante que tenga una buena hidratación durante la enfermedad para limpiar las vías respiratorias.
La duración del tratamiento puede variar en función del origen de la infección y el desarrollo de la enfermedad. En la mayoría de los casos, si se coge a tiempo y con el tratamiento adecuado, en una o dos semanas el perro debería estar curado.
Mientras dure el tratamiento, si detectas que no hay mejoría o el perro empeora, acude inmediatamente al veterinario.
¿Cómo se contagia la traqueobronquitis infecciosa canina?
La tos de las perreras, igual que un resfriado o una gripe en humanos, se contagia por vía nasal y oral. Es decir, a través del aire o por secreciones del cuerpo. Esto significa que es difícil de controlar en lugares donde hay varios perros y no se puede aislar al infectado.

La enfermedad se contagia durante dos semanas; pero, si está provocada por la bacteria Bordetella bronchiseptica el margen puede ser hasta de tres meses.
Afecta por igual a todas las razas, pero son más susceptibles los perros que tengan un sistema inmunitario débil, cachorros, perras embarazadas o perros ancianos.
Su fácil contagio y rápida propagación hace que sea muy difícil controlarla en criaderos, protectoras o casas de acogida, ya que hay muchos perros y, a veces, es complicado aislar totalmente a uno o varios.
¿Qué síntomas tiene la tos de las perreras?
La tos de las perreras provoca tos seca, fuerte y ronca de forma constante debido a la inflamación e irritación de las cuerdas vocales. Como puedes ver, son unos síntomas muy claros y fáciles de identificar. El malestar general o la pérdida del apetito son otros síntomas muy comunes.
En casos más extremos, o en situaciones en las que la enfermedad está más desarrollada o avanzada, pueden aparecer secreciones cuando el perro tose. Estas secreciones las provocan las bacterias que afectan a las vías respiratorias. En unos pocos casos el perro puede tener fiebre, aunque esto ya no es tan común.
Es sumamente importante que el perro no viva situaciones de estrés mientras esté enfermo, ya que esto podría empeorar la enfermedad y complicarla. También es importante que viva en unas buenas condiciones higiénicas.
La tos seca no siempre es síntoma de esta enfermedad: también puede estar indicando una faringitis, una bronquitis o moquillo, entre otras enfermedades, por lo que es importante que acudas siempre al veterinario. Además, él es el único que puede decirte qué tratamiento seguir, incluso hacer las pruebas que vea oportunas si se sospecha que no es una simple tos de las perreras.