A nuestros perros les encanta comer y muchos de ellos engullen cualquier alimento que pase por sus hocicos. No es de extrañar que surjan los problemas digestivos en perros. No suelen ser graves y muchos de ellos se resuelven con un reajuste en la dieta de las mascotas. Es muy importante vigilar la salud digestiva de tu perro y consultar al veterinario en caso de notar alteraciones.
Causas de los problemas digestivos en perros
¿Cómo es el sistema digestivo de los perros?
El estómago de los canes está hecho de acero. Es muy resistente y es bastante común que muchos perros coman todo lo que se encuentran por el camino. En general, las mascotas no presentan mayor problema si comen de más en algunas ocasiones, pero eso sí: que no se haga un hábito, porque ahí es cuando aparecen los problemas digestivos en perros.
¿Cómo mantener sano el aparato digestivo de los canes? Debes de seguir unas pautas de alimentación para que tu mascota siempre esté saludable y viva muchos años. Por ejemplo, aliméntalo siguiendo una dieta equilibrada y que se apegue a sus necesidades: pienso, alimento húmedo o dieta BARF. Busca que los productos que des a tu mascota sean de buena calidad y, si estás considerando probar nuevas dietas y alimentos, consulta con el veterinario y estudia todas las opciones.

Evita también darle restos de tu comida y cuidado de no excederte con las chuches y golosinas especiales para mascotas. No solo puedes evitar estos problemas digestivos tan comunes, sino también prevenir la obesidad y las consecuencias de esta.
Si tu mascota presenta alguno de los problemas digestivos comunes en los perros, no te alarmes. Es posible que se resuelvan en poco tiempo y por sí solos, una vez que el sistema digestivo se restaure a través del descanso. Si comienzas a notar efectos más severos como la deshidratación o la pérdida de peso, entonces sí será necesario una visita al veterinario para determinar que las causas de esos problemas no se deben a patologías más severas.
¿Por qué aparecen los problemas digestivos en perros?
¿Qué causa estos trastornos del sistema digestivo de nuestros perros? Podemos encontrar alergias al propio alimento, cambios de dieta o alimentos muy bruscos (por eso siempre deben hacerse de forma paulatina); también las toxinas, medicamentos, virus, hongos, parásitos y bacterias pueden modificar la forma en que nuestra mascota digiere y procesa la comida.
No menos importante el fanatismo de ciertos perros por comer en exceso y también la presencia de objetos extraños. Que, como ya sabemos, los canes son como niños pequeños que se llevan cualquier cosa a la boca, así que es fácil que cualquier objeto que hayan ingerido cause alteraciones en su sistema digestivo.
Síntomas de las alteraciones en el sistema digestivo de los perros
El primer síntoma de que tu perro no se encuentra bien es que perderá el apetito. Si tu mascota es de buen comer y deja de hacerlo, es momento de observarlo y después llamar al veterinario. Si un perro se queda sin comer un día no pasa nada, es posible que simplemente se trate de algo pasajero, pero si al segundo día observas que continúa igual, llévalo a revisión.
Otros síntomas que pueden indicarte que estás ante alguno de los problemas digestivos en perros y que requerirían atención inmediata son vómitos, diarrea y presencia de sangre o moco en las heces. También puedes notar que tu perro hace mucho esfuerzo cuando defeca y que tiene más gases de lo normal: estos son síntomas de algún trastorno digestivo. De igual manera, notarás que tu perro no tiene la misma actividad de siempre: dormirá más o, simplemente, se quedará acostado.

Principales problemas digestivos en perros
Gastroenteritis
La gastroenteritis es uno de los problemas digestivos en perros más comunes. Se produce al ingerir alimentos en mal estado y se caracteriza por una inflamación del tracto intestinal. Los síntomas son diarrea, vómito, fiebre, deshidratación y dolor abdominal al manipular a tu mascota. La gastroenteritis aparece de forma repentina, por eso debes dejar la basura fuera del alcance de tu perro y vigilar lo que se mete a la boca en vuestros paseos.
No mediques a tu mascota sin supervisión bajo ningún concepto: eso solo podría desencadenar problemas todavía más serios. Solo el veterinario podrá prescribir el tratamiento más adecuado, incluyendo cómo actuar ante la deshidratación. Lo más probable es que se recomiende abstinencia de comida y bebida durante un período de tiempo.
Colitis
Al igual que en los humanos, los perros también tienen colitis o inflamación del colon. La colitis puede ser aguda o crónica; puede ser un episodio puntual o volverse algo habitual y no desaparecer del todo en tu mascota. La colitis se caracteriza por presencia de moco y sangre en las heces, así como diarrea o defecaciones bastante frecuentes (en pocas cantidades). Es muy posible que tu perro pierda peso con esta alteración digestiva.
La colitis aparece por la ingesta de objetos variados, pero también por infecciones ocasionadas por bacterias, virus, hongos o parásitos. También puede ser resultado de una alergia a la comida. Al igual que con la gastroenteritis, debes vigilar lo que tu perro come y evitar que se lleve objetos extraños a la boca. Generalmente la colitis se reduce o elimina (en caso de la colitis aguda) con reajuste de dieta y medicamentos.
Diarrea por estrés
Los perros, como los humanos, también se estresan. Puede ser por la llegada de nuevos miembros a la familia, cambio de domicilio, cambio de alimentación y un largo etcétera; y, como respuesta, nuestras mascotas pueden sufrir estrés y ansiedad. Como resultado, es posible que tu perro comience con diarrea. Y así se desencadena uno de los problemas digestivos en perros más comunes de todos. No es grave, pero debes aprender a identificar las situaciones que estresan a tu perro y cómo gestionarlas.
Ante todo, realiza cambios paulatinos en la vida de tu perro. ¿Nueva mascota? Preséntasela poco a poco. ¿Cambio de casa? Haz el cambio también de forma gradual. Algunos veterinarios recomiendan suplementos o tónicos como las flores de Bach que ayudan a reducir el estrés.
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Estreñimiento
Todos alguna vez hemos padecido estreñimiento y sabemos que es lo peor. Si para los humanos es un sinvivir, imagina tu perro que no puede decirlo en voz alta. Para ellos también supone una situación de estrés e impotencia y podrás notarlo cuando, al intentar defecar, tu mascota haga mucho esfuerzo sin conseguirlo. En ocasiones logran evacuar, pero en pocas cantidades o con resultados extenuantes (notarás las heces más duras de lo habitual).
El estreñimiento aparece por deshidratación o falta de fibra, pero también puede deberse a problemas más severos que requieren atención médica inmediata. Al igual que en los humanos, nada como incrementar la ingesta de fibra de tu mascota y vigilar el consumo de agua, además por supuesto, de mantenerlo siempre activo. ¿De dónde obtienen la fibra nuestras mascotas? Todo proviene de una alimentación adecuada, así que debes vigilar la que sea mejor para tu perro, sea una dieta BARF o una basada en pienso.
Además de la alimentación, los veterinarios suelen recomendar medicamentos específicos para combatirlo o sustancias que ablanden las heces de nuestras mascotas. Los expertos también suelen recomendar pruebas para determinar las causas del estreñimiento en los perros: recuerda que puede deberse a patologías más severas, así que una radiografía, endoscopia o analíticas completas pueden revelar la verdadera causa del problema.